27 de julio de 2009

EL NUEVO FETICHE DE LA OPOSICIÓN

El viernes 17 de julio en los medios de comunicación circuló, como no puede ser de otra manera con la inmediatez que caracteriza a la televisión, un video decomisado a una supuesta miembro de las FARC en Colombia, en el que Jorge Briceño, alias el Mono Jojoy, lee el testamento de Raúl Reyes y a su vez da un informe a las tropas “irregulares” de su gestión y en este manifiesta que las FARC han realizado aportes económicos a la campaña electoral de Rafael Correa.

Sin más preámbulo, ni mucho menos, los canales de televisión se llenaron de personajes políticos de clara oposición al Régimen los mismos que no desaprovecharon la oportunidad para pedir la renuncia y hasta la destitución de Rafael Correa. Ominosamente se habló de cosas sin lógica dentro de un obvio hecho de denuncia, que por más contundente que parezca debe ser investigado y sobretodo validado en primera instancia para que pueda ser presentado como prueba irrefutable.

Pero como están acostumbrados a decir cualquier barbaridad dada la premura del tiempo, y sobre todo salir al paso de nuevos elementos que permitan acuñar oposición al Gobierno, se escuchan cosas disparatadas sin existir el más mínimo acto de reflexión sobre el hecho presentado y, lo que es peor aún, sin confirmar la veracidad de los mismos. Simplemente se hicieron eco de una noticia presentada en Colombia y retransmitida por CNN.

Que prolijos, serios y sensatos son los medios al tratar los acontecimientos políticos que se suscitan en nuestro entorno, en especial con temas que atañen y pueden perjudicar al Gobierno y al País en su contexto. Lamentablemente una vez más, los medios y la oposición, entiéndase actores políticos, económicos y sociales, se hacen eco de denuncias infundadas que no tienen ni el más mínimo ejercicio de contrastar las fuentes, dan total credibilidad al discurso de un grupo “irregular”, como lo denominan los colombianos y gran parte de la sociedad en su conjunto.

Sin duda alguna, estamos repitiendo la confusión y la mala fe del llamado caso de “Narcopolítica”, en la que los medios y periodistas sin dudarlo dos veces se apropiaron de un término que ni siquiera asumieron la responsabilidad de explicarlo y mucho menos argumentar con datos duros el por qué de el uso de ese calificativo.

Nuevamente confundieron un hecho con un caso. A decir de Gustavo Abad, catedrático de FLACSO, un hecho es algo que altera un estado de cosas, como en efecto fue la detención de José Ignacio Chauvín el miércoles 04 de febrero de este año, con la de un caso que es el evento relevante de una cadena de acontecimientos similares y relacionados entre sí como parte de una corriente mayor, como el supuesto caso de narcotráfico, en el que trataron de vincular a miembros de este Gobierno y al mismo Presidente de la República, que dicho sea de paso, hasta la fecha no se ha mostrado prueba alguna de los vínculos de “Narcopolítica”.

Al parecer, como ya es costumbre en la prensa de nuestro país, asistimos a una nueva construcción de acontecimientos forzados entre la suma de cabos sueltos que no significan, ni logran hilar, un caso concreto.

¿Están tratando de adaptar los hechos al formato del medio y de la oposición para que calce con sus intereses o siguen en la búsqueda obsesiva del escándalo para venderlo como noticia?

Lo cierto es que el video del Mono Jojoy se ha convertido en el NUEVO FETICHE DE LA OPOSICIÓN. ¿Hasta cuándo les durará esta nueva arremetida sin fundamentos?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Se está produciendo un descrédito de la prensa por todo ello?

-Sí, pero las relaciones de poder deben estar reguladas. Lo que sucede con la prensa es que es irresponsable. No responde ante nadie, y alguien que no es responsable no debería tener tanto poder.

-¿Está defendiendo que se pueda exigir responsabilidad por vía judicial a la prensa?


-Claro. Si tiene tanto poder debería haber contrapartidas. El problema es que nadie se plantea llevar a un periódico a los tribunales, porque todo el gremio se echaría encima de quien lo hiciera. Espiritu de grupo.


Felicitaciones. Un excelente análisis iduquea

Edison Pérez dijo...

El descrédito de la prensa se la han ganado ellos solos, el Gobierno lo único que ha hecho es poner en evidencia lo quela sociedad no se atreve a reclamar justamente por ese "poder" omnímodo que se auto otorgaron.

Y si soy partidario que los medios de comunicación y los periodistas nos hagamos responsables judicialmente de lo que decimos, es decir, de una u otra forma mejorar los mecanismos de investigación.