12 de julio de 2012

EL FESTEJO DE LO QUE NO FUE

Al finalizar la primera etapa del quincuagésimo cuarto campeonato ecuatoriano de fútbol serie “A”, el puntero es Barcelona Sporting Club con 38 puntos y 18 goles a favor, después de haber jugado 22 partidos bajo la modalidad de todos contra todos, esto le permitió alcanzar una plaza para jugar la final del campeonato en diciembre, un cupo para participar en la Copa Libertadores de América y en la Copa Sudamericana. Sin duda alguna es un logro, su última participación para disputar el título nacional fue en el 2005 cuando le tocó enfrentar a Liga Deportiva Universitaria en la final del torneo apertura, siendo vencedor el equipo albo por un marcador de 3 a 0. Es decir que después de siete años de ausencia en las finales del campeonato Barcelona volverá a participar en una.



Que los hinchas, futbolistas y cuerpo técnico del “equipo canario” festejen por haber alcanzado ese privilegio no es nada reprochable, sin embargo, después de la “borrachera” del triunfo y luego de haber curado el “chuchaqui” hay que dimensionar lo alcanzado.

Todavía no son campeones del fútbol ecuatoriano, de la Copa Libertadores ni de la Sudamericana, es decir, tienen que jugar esos torneos para conseguir los títulos. Además, hay que recordar que el campeonato ecuatoriano no está diseñado en dos torneos: apertura y clausura como en el año 2005, entonces es erróneo catalogarlo como campeón de la primera etapa, pero si se lo puede denominar como el primer clasificado a la final del campeonato.

En la mayoría de programas deportivos, especialmente de televisión, se mostraban las imágenes pletóricas de los festejos de los hinchas “amarillos” en la ciudad de Guayaquil. La que mayor eco tuvo en los rotativos, al igual que en la televisión, era la de los jugadores de Barcelona recorriendo, en un bus de dos pisos, las calles guayaquileñas atestadas de hinchas.



Repito, es comprensible la algarabía y el desborde de euforia de los seguidores, sin embargo, hacer una apología de un festejo de lo que no fue está muy alejado de la realidad, todavía hay partidos pendientes.